Una de las tantas consecuencias de la pandemia ha sido la estrepitosa caída del tráfico aéreo. En el caso chileno, donde la industria se había consolidado en la última década, el efecto ha sido notorio.

Sin embargo, la reapertura gradual que se inició a fines de julio, junto con otras medidas, ha generado expectativas alentadoras en el sector. El secretario general de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), Martín Mackenna, plantea que 'la posibilidad de hacer viajes interregionales a partir de esta semana se va a traducir en un aumento de la demanda de pasajeros de aquellas personas que estaban limitadas de viajar'.

Eso debiera incidir en las cifras, que ya marcan signos optimistas: según la JAC, la semana del 29 de junio se transportaron a nivel nacional 25.925 personas, mientras que en la del 14 de septiembre fueron 51.744. Así, desde mediados de agosto el tráfico nacional se duplicó, pero sigue 77% menor a 2019.

A juicio del subsecretario de Obras Públicas, Cristóbal Leturia, 'esta apertura es un desafío a la industria para poder ir adaptándose y cumpliendo los protocolos que se han generado'.

El escenario

'Hemos retrocedido a los niveles de 2008 en cuanto el tráfico aéreo. En 2019 recibimos a casi 26 millones de pasajeros; en 2020, serán solo 8 millones', dice Branko Karlezi, subgerente de Comunicaciones de Nuevo Pudahuel, la concesionaria a cargo del aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB).

El mayor terminal aéreo del país ya comenzó a adaptarse ante el incremento de viajeros. A los procesos sin contacto, medición de temperaturas, centros de higienización de manos, distanciamiento mediante señalética, fiscalización del uso de la mascarilla y personal con megáfonos que pide a los pasajeros cumplir con las medidas, se sumó una nueva instancia de aduana sanitaria.

'Permite que la fiscalización a cada pasajero no dure más de 45 segundos, mientras que la Dirección General de Aeronáutica Civil ha potenciado sus recursos humanos para que las revisiones de seguridad sean fluidas y eficaces. Hoy, en términos operativos, incluyendo los procesos de salud, el aeropuerto está preparado para retornar al 100% de sus operaciones', sostiene Karlezi.

Las aerolíneas también mantienen expectativas por la reactivación durante este mes. El CEO de JetSmart, Estuardo Ortiz, afirma que los tramos interregionales permitirán 'recuperar más del 40% de nuestra operación en octubre'.

José Ignacio Dougnac, CEO de Sky Airlines, comenta que 'en las últimas semanas hemos visto un aumento en torno al 30% en las reservas emitidas a todos nuestros destinos', lo que es una consecuencia también de los viajes interregionales.

Latam, en tanto, informa que junto a sus filiales proyectan operar con 440 vuelos a la semana frente a los 310 realizados en septiembre a nivel doméstico e internacional, lo que representa un aumento de 42%.

Eso sí, un tema que queda por resolver es el cierre de fronteras, iniciado el 18 de marzo. Rodrigo Hananías, gerente de la Asociación Chilena de Líneas Aéreas, afirma que la falta de anuncios sobre esta restricción sanitaria 'se hace cada vez más insostenible. El silencio que el Gobierno mantiene sobre la materia nos tiene sumidos en una incertidumbre total, pues no existe ninguna claridad y ni siquiera indicios acerca de cuándo esta medida llegará a su término'.

Añade que 'con lo deprimida que está la operación a nivel mundial, un término del cierre de fronteras evidentemente no va a significar que el ingreso a Chile se dispare y que nos llenemos de turistas, sino que será un retorno paulatino'. Según Hananías, hay países que ya lo han hecho, como Brasil, y otros que lo harán en los próximos días, como Argentina y Perú, por lo que 'nos estamos quedando atrás'.

Mientras, Karlezi dice que están atentos y que 'sea cual sea la decisión de nuestras autoridades de Salud, nosotros la acompañaremos, especialmente por la importancia que tiene la apertura de fronteras. El cierre de ellas no solo impacta al transporte aéreo, sino a todas las industrias que se nutren de él directamente'.

Al respecto, Leturia plantea que 'todas las medidas se están evaluando constantemente y en el paso actual no están abiertas las fronteras (...). Es parte de la adaptabilidad de las medidas'.