"Somos un paciente agónico, que para sobrevivir requiere un tratamiento de shock y no medidas paliativas". Así, Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), describe estado actual de la industria, que ha sido una de las más golpeadas por la crisis de la pandemia, debido a las medidas restrictivas de las autoridades sanitarias, que impiden su normal funcionamiento.
Es por ello que el gremio -que lanzó una campaña comunicacional con representantes de destacados restaurantes y locales gastronómicos- propuso al Gobierno un total de siete medidas concretas que vayan ayuda al sector, para "mantenerlo con vida". Según cifras de Achiga, el 89% del sector está cerrado o trabajando al 15% de su capacidad.
El plan nacional para la industria gastronómica propuesto por Achiga al Ejecutivo contempla dos etapas. La primera de subsistencia en la que solicitan la suspensión o subsidio para pago de imposiciones; suspensión de pago de patentes y permisos municipales; y subsidio para gastos de arrendamiento, implementación de protocolos y gastos en general.
En tanto, la segunda corresponde a la fase de reactivación que considera rebaja de pago de IVA a fin de promover la reactivación de la demanda; adaptabilidad laboral especial para la gastronomía; programa de apoyo de retención del empleo; y aumento del periodo de gracia para créditos covid-19 y créditos ajustados al sector.
"No pueden dejar morir esta industria, porque no se trata sólo de salvar a los restaurantes, sino que también nuestras tradiciones, costumbres y cultura gastronómica que se mantiene viva gracias a este sector", expresó Picallo.
Y si bien, en general, la realidad regional no es la misma que la de la capital, a juicio del gremio, "existe un común denominador para el rubro: cinco meses cerrados y sin ingresos para mantener en pie el negocio. Empresas grandes ni pequeñas sobreviven en este escenario", advirtió el líder gremial".
Por último, Picallo valoró que exista la decisión de extender de la Ley de Protección del Empleo, en la medida que se prolongue hasta marzo para casos especiales como el turismo y restaurantes.