Como un aporte al esfuerzo de todos los sectores para enfrentar la pandemia, la semana pasada la Asociación de Aseguradores de Chile acordó con el Ministerio de Salud la entrega de una póliza de vida para todos los funcionarios públicos de salud y de la atención municipal primaria. Se trata de un seguro sin deducible, financiado completamente por la Asociación, retroactivo al inicio del covid-19 y que favorecerá a 235 mil personas que están en la primera línea de atención de salud. 'Es una forma de ayudar mínimamente a mitigar la ansiedad que puede generarles su trabajo', explica en su primera entrevista desde que asumió la presidencia del gremio Mario Gazitúa, antes de abordar cómo ha afectado la pandemia al sector que representa.

—¿Cuál ha sido el escenario para el sector con el covid-19? 'La industria aseguradora está en todos los procesos de la economía: seguros generales, protección a las casas, seguros de vida y de salud, rentas vitalicias, etc., y dado ese nivel de involucramiento, nos hemos visto fuertemente afectados. La industria aseguradora va a ver una caída de entre 20% y 25% durante el 2020'.

—¿Qué sectores se han visto más afectados? 'Hay que separar dos mundos. A nivel de venta, por ejemplo, en rentas vitalicias ha disminuido muy fuerte y lo mismo pasa con la venta de seguros de vida y seguros de ahorro, así como los seguros generales. En la medida que hay menos movimiento económico, se venden menos seguros. Y desde el punto de vista de siniestralidad, lo lidera el seguro de cesantía'.

—¿Cuánto ha aumentado? 'La industria tiene casi 5 millones de asegurados y el incremento de la cesantía aumenta los siniestros. Vamos a multiplicar casi por 2,5 veces la ejecución de estos seguros respecto de un año normal. Es una noticia dinámica, pero estimamos que más de US$ 200 millones se van a pagar este año en seguros de cesantía'.

—Inicialmente, la Ley de Protección del Empleo dispuso que los trabajadores con contratos congelados pudiesen usar las pólizas de sus créditos con efecto retroactivo. Luego, en la ley corta, la cobertura quedó parcial, pero se mantuvo. ¿Quedaron satisfechos? 'La cobertura por la suspensión temporal del empleo no está contemplada en las pólizas de seguro y menos que sea retroactiva. Como industria, no estamos contentos: entendemos la complejidad del escenario actual y la intencionalidad de los procesos legislativos, pero los países se desarrollan cuando las reglas del juego son claras y se respetan'.

—¿Podría judicializarse el cobro? 'Es el derecho de cada compañía ver qué medidas tomar. Es una noticia en desarrollo. Recién se hizo el primer pago del seguro de cesantía. Probablemente veamos el impacto más significativo entre junio y julio'.

—¿Ha habido muchas empresas ejecutando sus seguros? 'Las empresas estuvieron gravemente afectadas desde el 18 de octubre en adelante. Post estallido social, tenemos el triste récord de tener el siniestro de desórdenes populares más caro de la historia. Eso hizo que como país las coberturas de este tipo de riesgo estén más limitadas y que a nivel mundial los costos de reaseguro hayan aumentado para Chile'.

—¿Cuánto fue ese costo? 'El costo total de la industria fueron US$ 1.294 millones, y eso sin considerar el Metro de Santiago. Si hacemos una comparación con incidentes cercanos como los chalecos amarillos de Francia, estamos hablando de US$ 246 millones, y cuando hablamos de la protesta social de Hong Kong, fue de US$ 77 millones. Es lamentable tener este récord a nivel mundial'.

—¿Hay impacto en la industria por la reorganización solicitada por Latam? 'Hay algunas coberturas que están tomadas en Chile, pero lo de Latam está asociado a una reorganización de la compañía y ellos siguen pagando seguros de sus activos, así que no tiene hoy efectos en la industria aseguradora'.

—¿Cómo están las rentas vitalicias?' Hoy existe una asimetría absoluta de las rentas vitalicias frente al retiro programado: se fijó la rentabilidad de los fondos en 3,5% y hay mucha gente que está yéndose a retiro programado, pero al cabo de un año el monto puede bajar a la mitad. Hay que mejorar la competitividad. Otro tema es la licitación del seguro de invalidez y sobrevivencia: la primera se declaró desierta y en la segunda licitación se hicieron ciertos ajustes, pero hay un problema de fondo'.

—¿Cuál? 'Hemos transmitido hace más de un año y medio a la Súper de Pensiones y a la CMF que hay que cambiar el modelo, porque hay un incremento constante de siniestralidad por el incentivo de usar artificialmente el seguro versus la pensión'.

—¿Cómo ve el escenario para lo que queda de 2020 y 2021? 'Estamos entrando en el peor momento de la pandemia. Vamos a salir, pero la economía va a quedar en una situación de posguerra'.