Una estrepitosa caída traducida en una paralización casi total ha tenido el rubro del turismo desde que el coronavirus irrumpió en territorio chilote e incluso antes, con el estallido social.

La obligatoriedad del cierre de locales -léase restoranes, pubs, discotecas y otros-desde el pasado 12 de marzo en el país, sumada a la instalación del cordón sanitario en ambos lados del canal de Chacao el 26 del mismo mes, no han hecho más que afectar el quehacer de los servicios de gastronomía, hotelería y también turoperadores, cuya dinámica se encuentra estancada. Así lo han resaltado voces de Ancud.

Luis Melipichún, presidente de la Agrupación de Restoranes en Ancud, que aglutina a unos 18 asociados, deslizó un negativo panorama gatillado por el Covid-19.

"A partir de marzo sale esta ordenanza que los locales con comidas, bares y discoteques debemos estar cenados desde el 12 de marzo, estamos sin funcionar más de un mes", dijo el comerciante.

Melipichún explicó que esta medida ha llevado a que un alto porcentaje de sus asociados adopte medidas drásticas ante la imposibilidad de funcionar. "Ya hay locales que no tienen cómo funcionar, cerraron, muchos han despedido gente, otros llegaron a acuerdo con sus trabajadores sin goce de sueldo, pero las cuentas siguen, porque funcionamos a base de créditos", esgrimió.

Unos 60 locales dispersos en el área urbana y rural agrupa el rubro de la gastronomía ancuditana, donde en algunos casos los emprendedores han optado por reinventarse a través del reparto o delivery, "aunque solamente los dueños, ya que los trabajadores no están en los locales", acusó la fuente.

Ir por ayuda estatal aparece como la tarea inmediata del sector para hacer frente a los estragos de la pandemia a nivel local, tal cual lo explicó Juan Oyarzo, presidente de la Asociación de Turismo de Ancud (ATA).

"Querernos reunirnos, independiente de lo que se está manifestando, podemos tener unos créditos a través del banco, pero ver por otro lado cómo hacerlo", sostuvo el vocero.

ZORR

La llamada Mesa Técnica de la Zona de Interés Turístico (ZOIT) de Ancud que la integran los sectores privados, Oficina Municipal de Turismo y el alcalde ha hecho eco del clamor generado ante el estancamiento de la actividad desde marzo.

Nicolás Olave, encargado de Turismo del consistorio, reveló que unos mil puestos de empleo genera en forma aproximada el quehacer gastronómico y de alojamiento en la comuna.

"Se está tomando contacto constante con la Subsecretaría de Turismo y directora regional de Senatur (Servido Nacional de Turismo) tratando de alinear las acciones con ellos, recibiendo sugerencias y participando en las charlas online", expuso el funcionario.

A través de la Mesa Técnica de la ZOIT de Ancud "redactaron una carta solicitando al Estado acciones concretas para el sector turístico, porque hoy vemos acciones para trabajadores y emprendedores, pero para el turismo específicamente no hay nada", añadió el mismo Olave.