La realidad es una sola: mientras el coronavirus avanza lenta pero sostenidamente por el territorio nacional, las autoridades tratan de frenarlo con medidas como aduanas sanitarias y cuarentenas comunales. Hasta ahora el sistema ha funcionado más o menos bien, pero de manera artesanal, con personal de la salud midiendo la temperatura con termómetros láseres. El problema es que este modo de operar hace imposible medir al ciento por ciento de los usuarios.

Las razones son simples, además de lento y engorroso, requiere de mucha mano de obra que hace más falta en policlínicos y hospitales. Para corregir esta debilidad del sistema, el municipio de Iquique compró por $27.532.518, una cámara idéntica a las que operan en los ferrocarriles subterráneos de Wuhan y otras ciudades de China, como en Shangay, la capital financiera del gigante asiático. Gracias a estas cámaras térmicas se pesquisó a la mayoría de infectados con síntomas de fiebre que, sin saberlo, deambulaban libres por las calles. Según explica el alcalde de Iquique Mauricio Soria, 'como la mayoría de pasajeros que llegan a nuestra ciudad, lo hacen en avión, decidimos instalar esta cámara térmica en el aeropuerto Diego Aracena.

Queremos que nadie que aborde o descienda de una aeronave comercial pase sin medir su temperatura'. Se trata de una cámara con tecnología infrarroja modelo DHTPC-BF 3221, con 356 pixeles de resolución, registro multifoco y capacidad para medir temperaturas entre +30° y -45° Celsius. Pero eso no es todo. Maricel Yánez, gerente de marketing de Dahua Technology Chile, explica que 'el kit además se compone de un tótem llamado black body, cuya función es fijar la temperatura referencial, a partir de la cual la cámara ajusta su medidor, chequea a las personas, interpreta los datos y arroja la temperatura precisa que marca la persona. Todo en tiempo real'.

Eso sí, para mejorar la performance del equipo, es ideal que funcione en un espacio delimitado, como un pasillo ancho, que permita el avance rápido de las personas, pero sin perder el metro de distanciamiento social, que junto al lavado de manos, son las medida más importantes para combatir el coronavirus. La gracia es que entre ambos equipos pueden medir la temperatura de unas 300 personas por hora, con un margen de error de apenas 0,3° Celsius. 'La cámara puede testear a más pasajeros de los que habitualmente trae un avión comercial, por lo que creemos que con estas cámaras térmicas nos protegeremos de contagios que provengan fuera de la Región de Tarapacá, así como también protegeremos al resto del país, al pesquisar en tierra a posibles focos de contagio'.