Fue en la quincena de marzo, cuando el país recién sumaba 75 contagios de covid-19, cuando el Ministerio de Salud decretó la prohibición de que cruceros recalaran en puertos de Arica a Punta Arenas.

Desde esa fecha, ya han transcurrido siete meses y enormes pérdidas para el rubro del turismo. Según datos de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), la temporada pasada arribaron a Arica un total de 16 cruceros, con 21.306 cruceristas y 8.324 tripulantes.

Ahora bien, si se considera el último trimestre del 2019, arribaron solo ocho cruceros (la mitad del total). Para Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de Fedetur, el actual panorama que enfrentan quienes se dedican al turismo de cruceros es absolutamente incierto.

"La temporada de cruceros comienza en octubre, por lo que los circuitos de las grandes embarcaciones que llegan a los puertos están entre octubre y abril. Las reservas de cruceros que están para el periodo de enero en adelante, aún no han sido canceladas, pero hay mucha incertidumbre respecto a lo que va a pasar porque evidentemente, en las condiciones de no apertura de frontera, es muy difícil que puedan llegar al país".

Frente a esta situación,Kouyoumdjian señaló que esperan que al menos, en la segunda parte de la temporada, es decir, de enero en adelante, esperan que la llegada de las embarcaciones se pueda concretar.

"La situación para Arica y Parinacota es aún más complicada si se considera que aún no se logra salir del confinamiento y con ello, avanzar al siguiente paso del plan de reactivación del gobierno", añadió la vicepresidenta.
Aprender a convivir

La ejecutiva añadió que es importante que la actividad turística se desarrolle aún cuando la pandemia está en curso. "Vamos a tener que convivir con esta situación, de estar con algunos confinamientos y después mayores aperturas, por eso lo importante es que la actividad turística se pueda desarrollar de igual manera. Arica hoy está en una situación sumamente restrictiva, pero en algún momento saldrán de eso y la idea es que rápidamente el turismo pueda reactivarse", acotó.

Para ello, destacó la importancia de definir protocolos a la hora de aperturar las fronteras y permitir las recaladas. "Si una persona entra a Chile y deberá hacer 14 días de cuarentena, nadie hará turismo en un lugar con estas condiciones, por lo que es una situación muy compleja para nosotros. Necesitamos tener mayor claridad sobre cómo serán los protocolos y es lo que estamos tratando de plantear a las autoridades", finalizó.