Pais:   Chile
Región:   Tarapacá
Fecha:   2020-07-10
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   10
Sección:   Al Día - DINOS LO QUE PIENSAS
Centimetraje:   10x17
La Estrella de Iquique
Resiliencia de la industria gastronómica
En 1929 aconteció el llamado viernes negro de la bolsa de Nueva York, donde surgió un escenario de desplome que llevó al mundo a una de las crisis financieras más complejas de la historia. Diez años después en 1939, comienza la Segunda Guerra Mundial, la más mortífera de todas las guerras, donde fallecieron entre 50 y 70 millones de personas.

Realizo estos dolorosos recuerdos históricos, para decir que en ambos casos hubo una industria en particular -llamada sin chimeneas- que no solo flotó en forma admirable en aquellas agitadas aguas, sino que además evolucionó en medio de la debacle existente en esos calamitosos días.

Los hoteles, restaurantes, bares, cabarés, teatros y cines crecieron como flores en primavera, entregando la fe perdida por medio de relatos y sabores que les permitiera a cada ser humano reencontrarse con su identidad, mirarse en los ojos del otro, celebrar la vida triunfadora ante la muerte, reconocer la victoria sobre la adversidad y los días amargos. La esperanza regresaba triunfante.

Personalmente, no me cabe duda alguna que, tras el fin de la crisis sanitaria actual, volveremos a la vida de la mano de esta industria de los sueños, como antes ya lo hicimos, y para eso debemos prepararnos. Por lo mismo los protocolos para el regreso deben estar desarrollados por gente que conoce dicho mercado, como -a modo de ejemplo- las Cámaras de Comercio y aquellas organizaciones vinculadas al turismo y la gastronomía.

Los actuales protocolos dejan con suerte un 40 % de capacidad para el ingreso de personas a un restaurante, bar o cafetería; lo anterior para mantener la distancia adecuada, pero generado como consecuencia el dejar a un 60% de personal sin trabajo. Entonces ¿no es lógico pensar en que debiéramos usar veredas o cerrar calles cerca de los restaurantes para permitirles ampliar el aforo cuando regresemos? De esta forma podremos convertir nuestros espacios públicos en lugares donde se reciba la esperanza, la libertad y al mismo tiempo se dignifique el trabajo para encontrar la alegría y los sueños que la pandemia jamás logrará arrebatarnos.
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-Joel Solorza Chef y académico UDLA