Pais:   Chile
Región:   Valparaíso
Fecha:   2020-05-02
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   10
Sección:   Opinión - Editorial
Centimetraje:   32x9
El Mercurio de Valparaíso
Delivery con un rostro solidario
En medio del creciente comercio electrónico nos encontramos con un reparto que atienden a domicilio a las más pobres entre los pobres.
Hay que reinventarse para sobrevivir. Acertada recomendación del propietario del restaurante de comida peruana "Sazón Nazca", ubicado en el centro del vandalizado Valparaíso, hoy nuevamente castigado por obligado cierre.

El concepto no es nuevo y ya fue asumido en Reñaca por el "Mastrantonio", otro conocido establecimiento víctima hace algunos meses del violentismo que protagonizaron en el sector encapuchados de rostro y de alma.

Ambos locales, como muchos otros, han debido reducir personal y recurrir al reparto de sus productos a domicilio, delivery, palabra de moda. El recurso se ha extendido y multiplicado con éxito a negocios grandes y pequeños y hasta en tradicionales ferias libres.

Por otro lado, la recomendada u obligada permanencia en las casas y el desarrollo de trabajo o estudio por la vía digital, aumenta la demanda de abastecimiento doméstico de productos tan básico como harina, legumbres o sencillas verduras para preparar en casa la diaria alimentación.

Se rescatan aquellas viejas recetas que hacían nuestras madres o abuelas, reemplazadas por la comida rápida o estigmatizadas por el discurso feminista que busca liberar a las mujeres condenadas a la esclavitud de la cocina.

El resultado es que, con todas sus dificultades, las comidas caseras en cuarentena resultan sabrosas, sanas, nutritivas y económicas y dan oportunidad para un trabajo comunitario de preparación.

Pero eso no es todo, pues el delivery, supone la preparación, recolección y entrega de productos lo que se traduce en una creciente fuente de trabajo, en buena medida informal, que en algún momento deberá reglamentarse en beneficio de los mismos repartidores, vendedores y consumidores.

Pero, además, la práctica implica un desafio sanitario, no solo en estos momentos de pandemia, sino que para el futuro pues el comercio electrónico desarrollado en estos días un poco a la fuerza, obliga a resguardos en la calidad misma de los productos alimenticios que de ser un agrado se pueden convertir en una peligrosa intoxicación.

Y en medio de todo este nuevo crecimiento consumista con aplicaciones varias y tarjetas de créditos o débito, encontramos en Valparaíso con un exclusivo delivery. Es el Comedor Solidario de la muy porteña y patrimonial parroquia La Matriz.

Allí, día a día, se preparan decenas de almuerzos. Y es delivery de verdad, pues las raciones, bien envasadas, se entregan a quienes han hecho de la calle su domicilio, reparto dirigida por el párroco Gonzalo Bravo, quien es además decano de la Facultad de Teología de la U. Católica de Valparaíso.

Su usted quiere hacer un pedido, simplemente marque el 32 2214876. Le darán los datos precisos para participar en este notable delivery que atiende a los más pobres entre los pobres.

Recuadro
Un comedor solidario en el barrio Puerto se abre, ante la exigencia de la pandemia, con reparto de alimentos en las calles. Aquí le damos el camino para que usted sea parte de este delivery