A diferencia de lo que ocurrió ayer en Viña del Mar, donde el desplazamiento de personas por sus calles, paseos costeros y comercio era propio de un fin de semana sin restricciones, como si hubieran concluido los cuidados impuestos por la pandemia del coronavirus, en los balnearios de Zapallar y Santo Domingo fue notoria la ausencia de los propietarios de segundas viviendas y sus familias, quienes acuden en forma masiva en los feriados y días puente.

Los alcaldes de ambas comunas —localidades que se caracterizan por el alto porcentaje de segundas viviendas— agradecieron ayer la acogida a los insistentes llamados que realizaron para impedir que se repitiera lo que ocurrió en Semana Santa, cuando incluso hubo personas que llegaron en helicóptero al borde costero, eludiendo los controles y cordones sanitarios.

Gustavo Alessandri, jefe comunal de Zapallar, expresó a través de un video que 'sentimos que escucharon el llamado' y que luego de un recorrido diurno y nocturno por las localidades que integran esta jurisdicción, entre ellas Cachagua, La Laguna y Catapilco, pudo comprobar que 'hemos logrado el objetivo. Hoy esta es una comuna sin tantas personas que han venido por el fin de semana largo, una comuna tranquila, con los espacios de uso público cerrado, al igual que sus playas. Sigamos comprometidos con esta pandemia, porque tenemos un enemigo que no tiene cara'.

Igual reacción tuvo el alcalde de la comuna parque de Santo Domingo, Fernando Rodríguez, quien la semana pasada envió una emotiva y directa carta por correo electrónico a cada uno de los propietarios de segundas viviendas, apelando al sentido social y de responsabilidad.

En la ocasión, les habló 'como alcalde, pero también como un padre que está preocupado por sus hijos, amigos y vecinos. Es importante entender que ustedes siempre serán parte fundamental de nuestra comuna, que construimos entre todos. Pero hoy debemos tomar medidas excepcionales'. Ayer, a través de un mensaje audiovisual, Rodríguez sostuvo que este fin de semana largo 'ha sido mucho más auspicioso' de lo que fue Semana Santa. Agregó que Santo Domingo está tranquilo, con poca gente, y 'se ha ido tomando conciencia del no uso de la segunda vivienda'.

Recordó que el día previo al feriado de Semana Santa, 14 mil personas fueron controladas en la barrera sanitaria que se ubicó en el acceso de la Ruta 78 al balneario, obligándose el retorno a Santiago de más de 500 automóviles. El jueves último se controlaron 3.500 personas y se devolvieron 72 vehículos a sus puntos de origen.

Rodríguez agradeció 'la paciencia' y añadió que 'esperamos que esto vuelva lo más pronto posible a la nueva normalidad'.